lunes, 5 de marzo de 2012

Vivir, ¿trabajar?

Bueno, no hay que trabajar para vivir. De hecho, hay que vivir para trabajar, pero, ¿qué es trabajar? Si por "trabajar" se entiende "producir" o "ser útil" (en el sentido de contribuir a la permanencia de algo que ya está caducado), entonces es una putrefacción asegurada. Si por "trabajar" se entiende "vivir", entonces es otra cosa.
Pero, ¿qué es vivir?, si por vivir se entiende "sobrevivir" o "sostenerse" (en el sentido de permanencia), entonces es una putrefacción asegurada. Si por vivir se entiende "jugar", "disfrutar", "expresarse", "deleitarse", "nacer" o "renacer", entonces vamos por el buen camino.

Entonces, la palabra "trabajo" ya se puede ir al carajo (risa)

Jugar para vivir, vivir para jugar, jugar para nacer, nacer para disfrutar, disfrutar para expresarse, expresarse para renacer, renacer para deleitarse, DELEITARSE Y VIVIR. Expresarse. Eso es todo amigos.
Los que no quieran salir al fresco y luminoso prado a jugar, por miedo a que la arrolladora brisa destruya sus vestimentas de fango, que se pudran en sus cavernas, entonces ya saldrán en forma de bichitos para renacer a su modo.
La Gracia y la "Muerte" son inevitables incluso para aquellos que se niegan a sí mismos la posibilidad de vivir, TODO SERÁ DESTRUIDO Y PURIFICADO, POR MUY DURAS QUE SEAN LAS VIGAS Y POR MUY ALTO QUE LLEGUE LA CONSTRUCCIÓN, Y A VER QUIÉN ES EL IMBÉCIL QUE SE ATREVE A IR CONTRA ÉSTO, porque al igual que todo lo demás, éste imbécil también debe ser salvado de su propia autonegación.

¡¿CÓMO PUEDES NO DARTE CUENTA DE QUE YA ESTÁS MUERTO?!
¡Muere, muere, muere, muere! ¡MUÉRETE YA! (risa) ¡VIVE VERDADERAMENTE, PERMÍTETE NACER!


¡Oh, tragedia! ¿Qué será lo que quede después de semejante destrucción?

...

¡Oh, Gracia Divina! ¿Qué es ésto...? ¡¿Para qué me has dado un tan inmenso desierto?! Dime, ¿qué quieres de mí?

...

¡¿Acaso hay alguna otra cosa?! Todo es polvo y, ¡ni siquiera es polvo de verdad!
Pero... ¿acaso no es divertido jugar a que se puede hacer algo con el barro?

Así como las marionetas cobran vida a medida que el marionetista les da movimiento, el barro también cobra vida cuando el Espíritu le infunde su aliento.

...

Todo el barro regurgita con el soplo del Espíritu mientras éste en silencio se deleita con su baile...

Observando al barro en silencio... Observando... ¡DIOS ES EL SILENCIO!

Pero no es que Dios esté callado, sino que Él no puede ser pronunciado, ya que Él es quien pronuncia. Así, así es como logra estar tan intensamente cerca, y tan lejísimamente lejos, al mismo tiempo.

Somos Dios, pero Dios, siendo la existencia misma, está fuera de la existencia, dando vida a la existencia...

Vaya, pero entonces, parece que hay tres dioses o, ¡un dios partido en tres partes! ¿Cuál de ellos es el que somos nosotros?
¡LOS TRES! Solamente hay un Dios, y no está partido.

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