jueves, 15 de diciembre de 2011

El Espíritu

Todo lo que vas a leer a continuación puedes captarlo de dos formas distintas:
1)Puedes, simplemente, leerlo y captar la información que se expone más o menos bien a través de tu intelecto.
2)Puedes, a través de una profunda intención, captar la energía que se encuentra tras todas éstas palabras y hacer el recorrido a lo largo de toda ésta información de una forma más limpia, directa y rápida, sintiéndola en tu corazón y no solo en tu intelecto. La intuición es más rápida y directa que la razón, además de que la razón lo tiene imposible para cruzar el último umbral, al que solo la intuición puede acceder.

Antes de empezar solo quiero aclarar un par de conceptos:
-Cuando menciono las palabras "estado mental" me refiero a la "actitud", "perspectiva", "punto de vista", "vibración" o "predisposición mental".
-Cuando uso la palabra "Espíritu" quiero que se entienda como "Fuerza Viva" o "Poder Viviente".


¿Por qué nacemos?, ¿por qué morimos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, ¿qué o quiénes somos?, ¿qué hacemos aquí?, ¿por qué sufrimos?


Preguntas que provienen de una profunda sensación de "estar perdido".

El hombre se viene haciendo todas éstas preguntas desde sus inicios. Las personas se preguntan sobre la vida, y al no encontrar una respuesta válida formulan distintas teologías, teorías, filosofías, etc.

El hombre se enreda en una maraña de ideas y de pensamientos en los cuales no dejan de aparecer contradicciones y paradojas, y luego, para solucionar éstas paradojas, no se les ocurre mejor cosa que seguir enredándose más y más, buscando definiciones rebuscadas e intentando darle un sentido a todas éstas. Más tarde, a raíz de éstas ideas, surgen dogmas que te manipulan diciéndote cómo deberías actuar, y un montón de supersticiones absurdas que te invaden, sugestionando y condicionando tu estado mental.

¿Por qué la mente humana tiene ésta imperiosa tendencia a enredarse? Básicamente porque, ante todo, teme enfrentarse a sus temores. La gente necesita inventarse un dogma (sea éste cual sea) porque así, por lo menos, creen saber hacia dónde se dirigen.

Yo te invito a que, por medio de la fuerza interior, por medio de la voluntad, sin necesidad de manipularte mentalmente, tengas Fe.
-Pero, sin una ideología, sistema o dogma ¿en qué voy a tener fe?
-Sí, exactamente. Simplemente CONFÍA, confía con un marco mental abierto, sin limitaciones. SE UN INGENUO TOTAL, Y SIN CREERTE NADA DE LO QUE TE DIGAN, ACÉPTALO TODO Y ESTÚDIALO CON CONFIANZA. La voluntad se fortalece con el uso, no permitas que nada ni nadie te diga lo que deberías creer, CREE LO QUE REALMENTE SIENTAS. No dejes que tus experiencias o las palabras de otras personas manipulen tu maravilloso mundo, y si alguna vez tienes una mala experiencia y las cosas no suceden como tú querías solo tienes que hacer uso de la Fe para elevar tu estado mental y aprender aquello que te pueda liberar más, en lugar de aprender lo que te cierra. No juzgues tus experiencias, obsérvate.

Date cuenta de que todo el mundo tiene razón, pero nadie tiene La Verdad. Si eres honesto, podrás entender los pensamientos de todos los demás. Date cuenta de que todo razonamiento (independientemente de si tiene o no tiene sentido) estará siempre basado en unos principios que no tienen por qué ser ciertos, y sin esos principios, todo el razonamiento se desmorona. La Verdad no es mental, así que cualquier razonamiento carece de una base real. Las personas normalmente establecen unos principios basándose en una interpretación de sus experiencias, y a raíz de esos principios razonan y construyen sistemas de creencias. Todo es mental, porque incluso las experiencias en sí también son interpretaciones, son interpretaciones que provienen de nuestro estado mental. Si conocemos nuestro estado mental, no habrá excusas que poner ni causas externas a las que culpar, y por tanto, asumiremos el papel que verdaderamente nos corresponde, dejaremos de interpretar la realidad, y ésto nos proporcionará una perspectiva más amplia y profunda. Una mente totalmente liberada es capaz de atraer a su realidad física cualquier cosa que desee, porque, como veremos más adelante, el mundo físico también es mental.

Solo hay dos caminos para la mente, por uno de ellos se enreda y por el otro se libera. El camino del enredo consiste en un razonamiento interpretativo, el camino de la liberación consiste en la observación honesta.

La fe no es una manipulación mental, la fe es un acto de voluntad. Si tienes voluntad no necesitas autoconvencerte y sugestionarte constantemente con imágenes cada vez más enredadas.
-¿Qué pasa si no tengo voluntad?
-La tienes, ¡pídela! Hacer uso de la voluntad es lo mismo que el acto de pedir.
-¿Pedir a quién?
-Sí, exactamente, pedir. Pedir es lo mismo que conectar con la intención.
-¿Qué es conectar con la intención?
-Conectar con la intención es lo mismo que hacer. Pero se trata de un Hacer interno, se trata de disposición.
-¿Y eso cómo se hace?
-Con Fe. Sabes muy bien cómo se hace, aunque no puedas pensar en ello. No pienses en ello, simplemente hazlo.


Solo hay una respuesta posible capaz de solucionar todas las paradojas y de suprimir las dudas existenciales de donde surgen nuestros temores e inquietudes, ésta es: "El Espíritu". Solo hay una respuesta posible capaz de solucionar y suprimir de forma real nuestra sensación de "estar perdidos", ésta es: "El Amor". ¿Qué es El Espíritu y qué es El Amor? La respuesta básica a ésta pregunta sería decir que el Espíritu y el Amor son La Única Verdad. Pero antes de poder encontrar ésta respuesta, es completamente necesario aceptar esa sensación de "estar perdido", aceptar nuestras inquietudes y temores, aceptar ese "vacío" como algo natural, y que no tenemos por qué luchar contra ello, no tenemos por qué luchar contra la oscuridad y el miedo. No es malo tener miedo, no hay ninguna necesidad de resistirse a él, y es algo que debemos aceptar y reconocer si realmente queremos trascenderlo. Si queremos superarlo, debemos dejarle entrar. Solo entonces podrás trascenderlo por medio de la Fe. La honestidad facilita y acelera mucho el camino, de hecho, a partir de cierto punto, es imprescindible.

Durante ésta lectura no olvides lo que la palabra Espíritu significa (Fuerza Viva, Poder Viviente), y por favor, léelo tantas veces como te parezca apropiado, siempre que te apetezca o que sientas que se te escapa algún detalle.


El texto que vas a leer a continuación tiene un único propósito, aunque su función variará dependiendo de quién lo lea. El propósito es mitigar tus dudas y reconducir la base de tus pensamientos hacia un estado de reposo, a partir del cual podrás contemplarlo todo desde una perspectiva más relajada y abierta. La función depende de ti:

Vuelve a las preguntas iniciales, y ahora intenta responderme a ésta pregunta: ¿por qué hay peces en las nubes?... Ésto último no tiene mucho sentido, ¿eh?, tu me dirás: "¡pero no hay peces en las nubes!" Bien, pues exactamente lo mismo pasa con las otras preguntas. ¿Por qué tanto empeño en dar respuesta a unas preguntas que ni siquiera tiene sentido preguntarse?, ¿cómo podría haber una respuesta a una pregunta que ni siquiera tiene lugar? Tal vez tengas muy claro lo que esas preguntas significan cuando las planteas, pero aun así te digo que lo que estás preguntando solo es una confusión mental. NO NACEMOS, NO MORIMOS, NO VENIMOS, NO VAMOS, SOMOS, NO HACEMOS, NO SUFRIMOS.

Vale vale, no es cierto, "nacemos", "morimos", "sufrimos" y todo eso, sí, pero, ¿en serio? Cuando tenemos una pesadilla y nos despertamos, pensamos aliviados: "uff, menos mal... solo fue un sueño". Podríamos pensar exactamente lo mismo estando despiertos, en cualquier situación, el problema es que cuando estamos "despiertos" no volvemos a "despertarnos" (¿o sí?, ¿qué pasa cuando te cambia la vida?, ¿no es otra realidad, otro sueño distinto?). En fin, voy al grano, el nacimiento, la muerte, el sufrimiento... es todo mental, y más concretamente, es todo una confusión mental.

Bueno, es imposible encontrar una respuesta que responda a una duda que surge de una confusión mental, y por lo tanto cualquier respuesta no servirá para ninguna otra cosa mas que para acrecentar esa confusión. Sin embargo, se puede responder al motivo de ésta confusión, ¿cuál es ésta respuesta?, ¿cuál es la causa de ésta confusión mental? La causa de ésta confusión mental es la ABSTRACCIÓN. Extraño, ¿verdad?, definamos la palabra abstracción: "concentración del pensamiento, prescindiendo de la realidad exterior". ¿Cuál es la "realidad exterior"? El Espíritu. ¿En qué se ha concentrado el pensamiento? En una composición de ideas e imágenes con contornos definidos (individuo o "yo personal", mundo mental, emocional y sensorial o "físico")

Ésta abstracción nos ha llevado a distinguir entre mundo "físico" o "externo" y mundo "mental" o "interno", separando a un "observador" (yo personal) de lo observado (mundo tangible o mundo mental), cuando en realidad todo está hecho de lo mismo. Ésta abstracción nos impide darnos cuenta de que el auténtico "observador", es decir, la Consciencia (o cualidad de ser consciente), es la misma "sustancia" de la que el mundo (sea "externo" o "interno") está hecho. De modo que la mente se confunde y se olvida de que, realmente, todo cuanto existe es un ser vivo, TODO ES EL MISMO SER VIVO.


Ahora te pido que trates de pensar en la siguiente metáfora tal y como se plantea, intenta dejar los juicios y las interpretaciones aparte, no hagas analogías, no compares, solo léela y trata de comprenderla tal y como está escrita.

Imagina que eres un escritor de ficción y estás escribiendo una novela, mentalmente:
Desarrollas un escenario, un ambiente que sirva de propósito a lo que vas a intentar proyectar en la novela, a la experiencia que quieres manifestar, y después, desarrollas unos personajes, cada uno con una función específica que tratará de manifestar (a través del escenario planteado) esa experiencia o serie de experiencias que tú has visualizado.

Podemos decir que todo lo que hay en la novela, los personajes, los sucesos, los paisajes, el ambiente, las experiencias, el tiempo, el espacio... todo se encuentra en tu interior. También podemos decir que cada personaje y cada diminuto detalle infinitesimal de la novela tiene su propia función específica, al igual que la novela en su totalidad también tiene su propia función, y todas las funciones que se desempeñan en cada infinitamente pequeño detalle sirven de un modo u otro a ésta función general que la novela en sí desempeña.

Además de ésto último y dado que toda la novela se encuentra en tu interior, a pesar de que cada diminuto detalle tiene su propia identidad y función específica, solo hay una única identidad real, tú. Ninguna de las cosas en la novela tiene existencia por sí misma, sino que todo en ella (incluída la novela en su totalidad) existe por y a través de ti, en tu propia mente, y la vida y la voluntad que crea, destruye, cambia o mueve las piezas eres tú, el autor. Digamos que la novela es un solo ser viviente, una sola mente, aunque en su "contexto" aparezcan varias estructuras de pensamiento que delimitan disntintos personajes.

Ahora bien, imagina que tu deseo por experimentar ésta novela desde dentro es tan grande, y te gustaría tanto experimentarla y vivirla como algo real, que te absorbes por completo en sus personajes. Te olvidas por completo de ti mismo y de repente sientes que eres "Pepe", "Juan", "María", etc... cada uno de los personajes en sí mismo.

Pepe es amigo de Juan, pero ninguno de éstos conoce a María, y tú estás tan absorbido en ellos que empiezas a pensar desde la perspectiva de Pepe, de Juan y de María al mismo tiempo, como complementos separados:
-Desde la perspectiva de Pepe ves a Juan como un amigo, sin darte cuenta de que tú mismo también eres "Juan" y que la entidad y función que Juan representa se encuentra en tu interior. Además, te olvidas por completo de María, ya que Pepe no la conoce.
-Desde la perspectiva de Juan ves a Pepe como un amigo, sin darte cuenta de que tú mismo también eres "Pepe" y que la entidad y función que Pepe representa se encuentra en tu interior. Además, te olvidas por completo de María, ya que Juan no la conoce.
-Desde la perspectiva de María, vives la vida de María, con sus propias experiencias personales y todas sus cosas. Además, te olvidas por completo de Pepe y de Juan, ya que María no los conoce.

Todo ésto sin mencionar que, desde la perspectiva de cada uno de éstos personajes, eres incapaz de conocer cuál es la función general de la novela, y ni siquiera te acuerdas de que hay una "novela", es más, ni siquiera te acuerdas de quien realmente eres, el autor. Aunque, sin embargo, hay una evidencia inmanente pero lejana que se pierde entre las sombras, causándote una gran confusión.

No olvides tampoco que, aunque estés completamente abstraído en los personajes, sigues siendo el autor, y que, incluso sin darte cuenta, podrías llegar a cambiar la novela por completo, haciendo que todo lo escrito tuviese que reorganizarse y reestructurarse, de modo que las nuevas experiencias que te tú te has dispuesto desde tu personaje puedan sucederse.

El "peligro" es que ahora ya no piensas como el autor, sino que piensas como Pepe, y eso puede llevarte a manifestar, inconscientemente, experiencias no deseables. Sin embargo, sucede exactamente lo mismo con otros personajes, como Juan, así que si Juan mantiene una firme predisposición a tener una vida positiva, las experiencias negativas solo serán para Pepe, a menos que, de algún modo, se logre sugestionar a Juan para que cambie su predisposición mental (al fin y al cabo todos están nadando dentro del mismo mar).

Ahora dejemos de lado las alegorías:
Nada en el universo, ni siquiera el propio universo, tiene una sustancia real (nada de lo que se percibe). La única Sustancia Real que verdaderamente Existe es El Espíritu. El Espíritu es la Consciencia, es el Material con el que todo se elabora.

La Sustancia Real no se percibe, la Sustancia Real SE ES.

Sería absurdo tratar de darle una definición al Espíritu, sin embargo, intentaré realizar una aproximación intelectual a Él. El Espíritu es Pura Vida en Plenitud y en Estado Absoluto, también es La Voluntad de ésta Vida, y también es El Propio Acto Creador. El Espíritu es La Ley, que consiste en La Libertad, El Amor y La Felicidad en Plenitud. El Espíritu es Todo, y es El Único Ser Vivo, La Única Sustancia Real, Total e Indivisible en Cuya Mente se encuentran todas las dimensiones y universos que hay o puede haber. No existe nada Real que no sea Espíritu. Si sabes relacionar la metáfora anteriormente escrita con ésto último de forma adecuada, entonces verás a qué se refieren realmente las frases: "Dios está en todas partes", "todos somos uno", "el amor es la única verdad", "todo está vivo", "todo está en todas partes", "todos los tiempos son simultáneos", "todo está en ti" o "todo vive en ti".

Por supuesto, decir que todo es una creación mental del Espíritu es quedarse muy corto, porque la Mente del Espíritu no consiste solo de imágenes, pensamientos e ideas, tal como nosotros concebimos nuestras propias mentes. La Mente del Espíritu es infinita y capaz de expresarlo todo, la Mente del Espíritu proyecta todo lo concebible, y seguramente cosas que ni alcanzamos a imaginar. Todo es mental, incluso las emociones y los sentimientos, aunque sería más apropiado decir que los sentimientos son una "transfiguración o distorsión mental" del sentimiento de amor, felicidad y plenitud que el Espíritu ES. Todo está en el Espíritu, todo está hecho de Espíritu. Todo es mental salvo el mismo Espíritu en sí, porque su naturaleza es La Mente. También podemos decir que la Mente y el Espíritu son La Misma Cosa, aunque me gusta usar ambos términos para enfatizar un par de detalles: La Mente abarca lo manifiesto, y el Espíritu es la Chispa Viviente. La Mente es el "lienzo" y el Espíritu es la "tinta". Aunque en realidad solo existe la "Luz", una intensa "Luz Transparente" que se filtra a sí misma dibujando miles de formas y colores (la mente, el lienzo, solo es un fantasma, una ilusión, así que quiero que se entienda que únicamente está siendo mencionada con fines prácticos al intelecto). O bien solo existe la Música, un intenso Sonido Hueco que vibra a infinitas velocidades, filtrándose a sí mismo y dando lugar a una infinita variedad de melodías. Ésta "Luz" o "Música" son Consciencia.

No existe identidad alguna, no hay ningún "observador" ajeno viendo el mundo "desde fuera", todo lo que hay es "Pensamiento Vacío" adoptando infinitas formas, tan solo existe ÉSTO.

Es absurdo preguntarse cúando comenzó el Espíritu, pues el tiempo es una proyección de la mente. Así que la respuesta sería "Siempre", pues el Espíritu es Eterno, no hay tiempo, espacio, movimiento ni cambio en su realidad:
-¿Cuándo comenzó el Espíritu?
-Sí, siempre.
Es igualmente absurdo preguntarse dónde se encuentra el Espíritu, pues el espacio es una proyección de la mente. Así que la respuesta sería "". El Espíritu es lo único real, por tanto no hay un espacio donde pueda encontrarse, el Espíritu está (punto):
-Si el Espíritu es la única sustancia y todo es mental, ¿dónde se encuentra?, ¿dónde se sostiene?
-Sí, está.
Así pues, también es absurdo preguntarse cómo es el Espíritu:
-¿Cómo es el Espíritu?
-Sí, el Espíritu es (punto).

Desde la perspectiva del Espíritu, es muy risible cuando las personas tratan de establecer criterios o ideologías basándose en lo que ellos considerarían "la voluntad de dios", o "la justicia", o "la ética", o simplemente "lo correcto" o "lo bueno". Aún así hay unos valores fundamentales que proceden del Espíritu, que no tienen nada que ver con "criterios", sino que más bien consisten en una "Actitud" o un "Estado", no porque el Espíritu haya dictaminado éstos valores como "lo correcto", sino que más bien el Espíritu es éstos valores: como es el regocijo por ser vivo, el amor a sí mismo por ser todo y libre, la gratitud a sí mismo por el uso de la voluntad, la libertad por ser puro potencial... Además de que éstos valores se traspasan incluso hacia las dimensiones más densas y colapsadas de la mente (como éste mundo), y se manifiestan en forma de reverencia, desapego, humor, pasión, ilusión, celebración, inspiración, creatividad, fe, valentía, honestidad... Ésto en realidad solo son distintas palabras para referirse a la misma cosa: El Espíritu. Incluso podríamos englobar todos éstos valores en la siguiente frase: ACEPTACIÓN UNIVERSAL E INCONDICIONAL, Y USO DE LO QUE SE DESEA. La aceptación y el uso del Espíritu sobre sí mismo es su voluntad y lo que mueve la creación. Si el Espíritu tuviese que juzgarnos, todos nuestros juicios, prejuicios, criterios y marañas mentales se disolverían al instante y saldríamos limpios y puros, tal como el Espíritu es, ya que nosotros somos el Espíritu, solo que "aquí" nos enredamos mentalmente. Resumiendo éstos valores, quiero aclarar que no tienen nada que ver con una moral o ética, y no son aplicables a un estilo de vida basado en argumentos, son solo palabras que utilizo con el intento de expresar lo que es el estado natural y verdaderamente salvaje de la Vida.

Quisiera aclarar un punto antes de continuar: El Espíritu es impersonal (no consiste de ninguna personalidad que lo caracterice). Cuando uso distintos "nombres" o "adjetivos" para referirme al Espíritu no estoy diciendo que el Espíritu sea de ese modo o que tenga esas "cualidades", estoy diciendo que el Espíritu (en su estado más puro) es eso mismo. Todos los "nombres" o "cualidades" que aquí hacen referencia al Espíritu son Nombres Vivos y Cualidades Vivas, son el propio Espíritu. Tú, el lector de éste texto, seguramente leerás esas "cualidades" y las verás bajo la visión de tu juicio, bajo la "definición" o "interpretación" que tú les das, pero te aseguro que aquello a lo que me refiero es algo que precede a todo juicio o interpretación. Entonces, ¿por qué uso esas palabras? Es apropiado usar esas palabras por una razón muy sencilla: son nombres que nosotros mismos, de forma generalizada, le damos a ciertos sentimientos, sentimientos que se aproximan considerablemente a lo que el Espíritu es.

Otra pregunta que se nos suele ocurrir después de todo ésto es: "¿por qué el Espíritu crea?, ¿cuándo comenzó la creación y por qué?"
Preguntar ésto es igual de absurdo que preguntar cuándo comenzó el Espíritu, el Espíritu es eterno, así que la creación es también un acto constante y eterno. Recuerda que antes se mencionó que el Espíritu es también el propio Acto Creador.
-¿Cuándo y por qué comenzó la creación?
-Sí, Siempre.
No hay una causa que determine el "por qué", simplemente el Espíritu crea (punto).

Ahora debo hacer una advertencia: ¡NADA DE LO QUE HAS LEÍDO ES LA VERDAD! Porque La Verdad no es mental. Si buscas la verdad, búscala por medio del Espíritu, usa la voluntad y pide honestamente que ésta te sea revelada. La contemplación puede hacer ésto. Si quieres, siéntate en silencio y, por medio de la contemplación, la meditación o la oración (a ser posible en un lugar abierto y tranquilo), busca el silencio más absoluto y trata de intuír dónde se encuentran realmente las cosas. Usa la voluntad para hacer que tu estado mental consista en una apertura total. Ábrete al cosmos, respira profundo, y date cuenta de lo grande que es la vida, aquello que tú eres en verdad. Sí, La Verdad no es mental, pero se siente en tu interior como una fuerza extremadamente lúcida e imparable, cuando desatas tus constricciones mentales y logras contemplar al Espíritu que eres.

La Verdad, aunque no sea mental, también se siente de forma subjetiva, pero se siente como consecuencia de una observación libre, directa y honesta sobre nuestra naturaleza Vital, Real y Divina, por eso es La Verdad. El primer paso de la creación sucede cuando el Espíritu se observa a sí mismo.

La Verdad es el estado mental del Espíritu en su plenitud, ES EL AMOR, y es a través de éste estado mental que somos omniscientes y libres.


El Amor no se hace ni se demuestra, El Amor es una forma de ver y entender la vida, o mejor dicho: El Amor ES LA FORMA de ver y entender La Vida. EL AMOR ES LA VERDAD, LA ÚNICA VERDAD, ES EL ESPÍRITU EN COMPRENSIÓN DE SÍ MISMO.

Muchos se preguntan: "¿Por qué?"
Yo creo que es más adecuado preguntarse: "¿Por qué no?"

Ya no hay razón para seguir dormido, es la hora de comenzar a soñar estando completamente despierto.

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