domingo, 25 de mayo de 2014

El ser no es una decisión, el "no-ser" no es una decisión.

La verdad se siente como un simple y potente "sí", sin nada más añadido, sin nada a lo que hacer referencia. Se puede meditar en ésto si se intuye de qué trata, es puro silencio, pero es un silencio totalmente vivo y emergente. Sentir ese silencio, ser ese silencio, un silencio que no es de nadie (sentir el paso del "no-ser" absoluto al ser relativo puro e impersonal, recalco sentir el paso).

Ésto es lo más profundo que se puede llegar, pues el "no-ser" ya no se puede sentir siquiera, aunque sí se puede llegar a sentir su actividad. El ser, en cambio, se puede sentir sin problemas, puesto que ya es actividad.

Uso los conceptos del Tao porque no se me ocurre nada más apropiado. También se podría decir que el "no-ser" siente al ser, que no deja de ser él mismo. También se podría decir que el ser es la expresión del "no-ser", o que el ser es la expresión del "ser" (pero en todos éstos casos ya le estaríamos dando identidad, ¿cómo proponer palabras para lo no-manifiesto?).

El silencio es silencio, no hay nada que percibir en el silencio, así como tampoco hay quien perciba, ¡pero éste silencio está vivo, va a tornarse en sonido, siempre, y ese sonido es percepción (o consciencia)! (no puedo parar de reír).

Primero, lo no-manifiesto se hace manifiesto, a sí mismo, siempre (y ni siquiera tiene sentido preguntarse "por qué", pues simplemente lo hace, sin causa). La manifestación no es una decisión, es algo que simplemente se hace, se da, por voluntad inconsciente de lo absoluto, no siendo nadie.

En éste momento, lo manifiesto es puro, es el ser más puro, el ser más transparente, el más lúcido y el más inteligente. Ésta vibración (que ya es información) comienza a dar de sí, comienza chocar y a extenderse, y empiezan a surgir los elementos. El resto ya es historia.

La consciencia es actividad. Si no hubiese actividad, no habría consciencia de nada. Aquí no hay ser ni "no-ser" al que intentar explicar, lo absoluto está en reposo. Sin embargo, la actividad sucede, siempre, puesto que la voluntad o fuerza que "hace que suceda" viene de más allá del tiempo. Nunca hubo un comienzo, y aun así, todo comienza siempre, ahora. La actividad también es eterna, el ser es tan eterno como el "no-ser".

¿Por qué hablar del "no-ser"? El "no-ser" no tiene caso, es solo una referencia para aquietar a la mente, para ir más allá de todas las apariencias, para ir a ese "sí" que NO VIENE DE NADIE y no hace referencia a nada.


Hay tantos niveles de realidad... Desde el "yo" más superficial hasta ésto de lo que estoy hablando hay una infinidad de capas, y pelar la cebolla no es una tarea cómoda.

Pensar que "yo" soy consciente, como si yo fuese un proyector de cine y la consciencia la luz de la proyección, es una locura. No hay ningún proyector.

Ésta revelación llega cuando llega, y lo digo para que quien lea ésto, sea quien sea, no se sienta obligado a "llegar" a donde sea que piensa que tiene que "llegar", porque no sirve para nada, realmente no hay ningún sitio al que llegar. Ésta información desempeñará una función en diferentes capas del pensamiento, pero nada va a cambiar en el núcleo.

El Tao seguirá siendo el Tao, y el amor seguirá siendo el amor, y si algo de lo que aquí se expone sirve a alguien para estar en paz, para funcionar mejor en su día a día, que así sea, y si no, pues no pasa nada, y si alguien siente miedo, es porque no ha entendido lo que se expone (o porque su mente aún se aferra a una imagen que en realidad nunca ha existido), así que tranquilo. Nada real se va a destruír, jamás. Eres eterno.

Por mi parte, os doy permiso (si es que lo necesitáis) para difundir toda ésta información por el medio que sea y a quien sea, y no hace falta que se le de crédito a nadie.

lunes, 24 de marzo de 2014

Condición humana

Dicen que el dinero mueve el mundo...
Aunque bien podríamos decir que en realidad hay dos fuerzas fundamentales moviendo el mundo:
-El miedo y sus derivados.
-El deseo/atracción y sus derivados.

Por tanto, el dinero es solo la manifestacion física de estas fuerzas.
El dinero es derivado del deseo y/o del miedo. Por ésto, es importante la sabiduría para gobernar, para tener poder, para tener dinero.
Hay que discernir: ¿ese dinero viene del miedo?, ¿o viene del deseo inocente?
Hay que entender que el miedo retiene, coge, roba, mientras que el deseo libera, suelta, da.
El deseo permite que las cosas fluyan. Mientras tanto, el miedo las bloquea. Por ésta razón el miedo siempre será conflictivo.

Es tan simple... pero el ser humano con su orgullo y sus excusas lo complica todo.
Entonces, ¿es el ser humano el causante de todas las complicaciones? No.
No es el ser humano, en si, el causante.
Es su inseguridad. Es la duda. La duda que procede de una capacidad de observación superior.
La observación de la observación. La abstracción, una capacidad que le ha otorgado la propiedad de razonar y juzgar.
Una propiedad que, sin sabiduría, solo trae complicaciones innecesarias.
Una propiedad que ha causado uno de los más grandes errores en el sistema mental... la identificación y la superposición de ésta identidad, del poder individual y de los juicios, como si éstos fuesen una realidad objetiva, originando toda clase de prejuicios y de sistemas basados en la equivocación, con una fuerte tendencia hacia el error debido a su falta de información y a sus conceptos erróneos.
Éste error se recrea en una fuerte reciprocidad que ha encontrado con el miedo, el cual se nutre y crece cada vez más debido a los pensamientos que han establecido éste error como órbita.

Se ha establecido un sistema de prueba y error, ese está siendo el "castigo", y ese será el camino para volver a lo auténtico, paso a paso, gradualmente. Pero hay otro camino.

Oh, queridísimos... hay otro camino... El camino de la observación. ¿Seréis capaces de soltar todas vuestras herramientas, todas vuestras suposiciones, todos vuestros juicios y prejuicios, y abandonar la abstracción?

Oh, sí... hay otro camino... desde luego que lo hay... Ahí está, reluciente, la observación de la observación, sin ideas preconcebidas, sin intereses. Tan simple...

jueves, 24 de octubre de 2013

El Ser que aparenta ser.

El ser es el acto de ser. La pura potencia, el silencio vivo y emergente, la sustancia eterna e invisible que no deja de bailar y expresarse, creando así los estados autopercibidos, que no dejan de ser la misma y única sustancia viva e invisible que siempre ha sido.

La forma es vacío, el vacío es forma... La música es silencio, el silencio es música... "Lo percibido" y "el que percibe" no son sino conceptos erróneos. "Lo que se hace" y "el que hace" no son sino conceptos erróneos. La dualidad no es sino un concepto erróneo, pues solo hay expresión, solo hay el absoluto, y sus estados (que no dejan de ser el absoluto), sin ninguna abstracción, sin ningún observador. Observación sin observador, sin sujetos ni objetos... solo vida, como un inmensurable océano inmaterial reflejado en sus propias aguas, aparentando ser energía... aparentando ser materia... aparentando ser...

miércoles, 9 de octubre de 2013

Todo es... plastilina

Ponte que hay un espejo... simbólico.

El espejo es un símbolo de la abstracción mental, y toda percepción (reflejo) viene por medio de dicha abstracción. Todo es abstracción, entonces la pregunta es... ¿de qué nos abstraemos? El misterio (Realidad) que esconde dicha pregunta, en su impenetrable silencio, es su propia respuesta.

La existencia del pensamiento como sustancia (y no por ello su existencia como forma) es incuestionable a la par que imperceptible. Percibimos las formas que el "sentir" adopta, pero no percibimos el "sentir" como la sustancia que es. Las formas son sombras, hechas de una sustancia real, llámese "Consciencia", llámese "Espíritu", llámese "Fuerza", llámese "Dios"... Toda la existencia es pura "plastilina", pero esa plastilina está sola y es impermeable. De hecho, la soledad es imposible, pues ni siquiera hay un "espacio vacío" que rodee a ésta Sustancia. Ésto lo es todo, todo lo que hay, ésta "plastilina", éste "sentir", completamente impregnado de sí mismo, sin contornos. Algo vivo en sí mismo, por lo que no se necesita de un "hacedor" externo a Sí, el "yo" es un disfraz de plastilina que esa misma plastilina se ha puesto ;)

Cuando inventamos al "hacedor", al "yo", imaginamos a la existencia como algo inerte que debe ser manejado o empujado por alguien, y al ver nuestras limitaciones, caemos en la brutalidad de inventar entidades superiores con poderes extraordinarios.

Toda la existencia es una Fuerza Viva, única, todopoderosa, absoluta, impermeable e inseparable. Tú, el océano, el sol, los asteroides, las cucarachas, yo... La abstracción genera contornos y así, por medio de éstas ideas y comparaciones, es como "construímos" los personajes y elementos de aquello que llamamos erróneamente "realidad". Realmente solo hay Ésto, Ésto. Ésto y nada más que Ésto. Ésta impersonalidad tan aterradora para el ego y tan pacífica y amorosamente envolvente para el espíritu.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Escudos y alucinaciones.

-Pintémoslo así: estabas atrapado, y ahora has tomado la decisión de soltarte. Poco a poco, al soltarte, esa visión que tenías se irá perdiendo. Mientras no se termine de perder, el interés seguirá en cierta medida. Cuando se termine de perder, el interés cesará, y estarás totalmente libre de nuevo.

-Libre. Solitario. Por otro período de tiempo. ...Siempre fuí consciente. No me atraparon sobre mi voluntad.

-Tú estabas decidiendo mantenerte atrapado. Lo natural es ser libre y estar suelto.

-Libre es estar solo. Sin atadura de ningún tipo. Soledad.

-Estar solo y sentirse solo son cosas diferentes.

-Entonces nunca se es libre.

-Se es libre cuando no hay dependencias. Cuando no se está agarrado.

-No se le debe temer a la sensación de soledad. No le temí. La adopté. ¡¡Felizmente SOLO!!, y jamás me he arrepentido porque era libre. ...Entonces probé lo que es depender de alguien más.

-El deseo y el apego son cosas muy distintas. Lo interesante en una relación es el deseo, el amor. El apego es dependencia, es inseguridad que se escuda en otra persona, es refugiar tu ego en otro ego. ...A veces es confuso, porque deseo y apego se mezclan.

-¿Dónde queda el interés?

-Hay muchos tipos de interés. El apego es un interés, uno muy negativo, basado en una necesidad, es un estancamiento emocional producto del miedo y la inseguridad. ...El deseo es un interés positivo, es una motivación entusiasta, es inspiración.

-La coloqué en un lugar muy alto, un altar vital. Le di más significado de la cuenta, pero allí va uno mismo, no otra persona.

-Realmente en ese altar no debe de haber nadie. Ese altar debe estar totalmente vacío y ser transparente para que puedas ver todo por lo que es, sin valoraciones egoístas, ni hacia ti mismo, ni hacia los demás.

-No se puede ignorar un hueco vacío, tarde o temprano algo deberá ocuparlo.

-Si algo lo ocupa, el vacío volverá a reclamar su lugar más tarde o más temprano.

-Eso es verdadero. Nada es para siempre.

-Lo auténtico es para siempre.

-Saber qué es auténtico lo hace más complicado.

-Lo que es auténtico, y lo que no es auténtico, ya es algo que cada cual debe descubrir a su propia manera.

-La verdad es un arma muy poderosa, no es para todos. Suele pesar, estorbar, entorpecer  o lastimar si no estás listo para llevarla.

-La verdad es la cosa más destructiva que puede haber.

-Pero no mata.

-Es destructiva en un sentido muy positivo.

-Y es tan fácil de manejar...

-Porque es simple y transparente.

-Es solo verdad. Pero la mentira es todo lo contrario, es liviana, cómoda, segura... pero tiene un defecto. Si se usa demasiado, termina explotándote en las manos.

-No es la mentira la que explota, es la verdad la que arrasa con ella. La verdad es imparable. La verdad es vida. La mentira te atrapa.

-Pero la mentira proteje la verdad, para que no la toquen los que no la pueden portar.

-La verdad no la puede portar nadie. Tú no puedes ir por ahí diciendo "mira, llevo la verdad" porque es al contrario. La verdad es la que te lleva a ti.

-La verdad se vive.

-Exactamente.

-Nadie la conoce.

-Pero ella nos conoce muy bien a todos.

-¿Y la mentira es lo que creemos conocer? ...Siempre ha representado un camuflaje, un escudo. ¿Necesario para qué?

-Necesario para descubrir de qué estamos hechos, cada vez que se rompe. Para conocernos mejor a nosotros mismos.

-¿Y por qué la creamos desde el principio?

-Por inseguridad.

-¿Por miedo?

-Sí.

-La mentira me engachó.

-La mentira siempre engancha.

-¿Por qué tendrías miedo de tí mismo? Aunque... no es mentirte, es ocultarte las cosas que ya sabes.

-Es esconderse.

-¿Con qué fin?

-No se hace con un fin. Se hace por miedo a estar expuesto. El ego cree que será destruído si eso ocurre, y de hecho, así sería realmente.

-Ser expuesto, qué temor tan injustificado.

-Es la condición humana. Una imperiosa necesidad de pensar que se es alguien, haciendo algo, en alguna parte, viviendo algún tipo de experiencia y cualquier otra cosa que le sirva para definirse.

-Siempre se hace algo, en algún lugar, como sea, donde sea, por lo que sea, el temor se fabrica por no sentirte orgulloso. Nunca se le da gusto a nadie.

-Siempre se hace algo, en algún lugar, como sea, donde sea, por lo que sea, y el problema es la necesidad de identificarse con todo ello. Esa necesidad de identificarse se vuelve contra uno mismo, creado la inseguridad. La inseguridad da lugar a múltiples temores, y esos temores te hacen fabricar las mentiras que te mantienen atrapado.

-Pero seguro ante los demás.

-Libérate de las mentiras, libérate de la inseguridad dejando que todo lo que crees ser quede expuesto. Queda expuesto para que todo el muro de carne psicológica sea destruído y no seas nadie, y si lo consigues, ¿sabes qué es lo que queda?

-Tú.

-Vida, deseo y amor puros, sin confusiones, transparentes. Eso es.

-En una vitrina. Sin estorbos. Para que tú y todos la puedan ver. Entonces serás más ligero.

-Tan ligero que nada ni nadie te podrá tocar.

-Tan libre... ¿Y qué haces con los sentimientos?

-Los empleas, los usas, los disfrutas, los experimentas y los saboreas.

-Decepción, tristeza, alegría, enojo, emoción, indiferencia, preocupación ante tus acciones. ...¿y los instintos?

-Dejas que pasen sin interés, con pleno reconocimiento de lo que son.

-Ser una vitrina conlleva muchos sacrificios.

-Sí, en cierto sentido, porque lo cierto es que no estás sacrificando nada real.

-No, pero sí toda tu creación ficticia de años de dedicación, de tantos logros mal ganados.

-Un castillo de polvo sigue siendo polvo.

-Pero es tuyo, sin valor. ...Lo que hay al final es más gratificante, incomparable, pero una vez que eres ligero... ¿qué sigue?

-La vida.

-Sigue vivir. Ya no tienes más de qué preocuparte, ya estás expuesto, muy tarde para crear corazas. ...Algún día, ¿alguien podrá vivir de verdad?, ¿alquien podrá ser más fuerte que su falsa realidad?

-Yo pienso que siempre ha habido, hay, y siempre habrá aquellos que viven de verdad. Aunque no sean muchos. ...Y también pienso que la humanidad poco a poco va evolucionando hacia esa realidad, en conjunto.

-Éstas cosas solía pensar cuando llegaba el silencio. Las cosas eran más claras. Las preguntas, tal cual se formulaban, eran respondidas, y navegaba entre la filosofía, la lógica... Hasta que llegó aquella mentira, aquella necedad, y el silencio se volvió lo peor del día. Su nombre resonaba, las preguntas no se respondían, no sabía dónde estaba.

-La propia naturaleza de la mente hace que siempre se termine limpiando a sí misma de un modo u otro.

-Tengo de nuevo respuestas, y el silencio me permite aclararme. Tengo el control de mis ideas de nuevo, y me siento tan bien...

viernes, 31 de mayo de 2013

Soñar...

Todo es un sueño, pero ¿se puede despertar...?
¡Ah!, en realidad no hay tal cosa como "despertar", al menos no en un sentido literal.
Siempre se está despierto, pero soñando.
Entonces despertar es desaparecer, pero sin desaparición.
Despertar es ver el espejismo, desde fuera.
Mejor dicho, es recordar el espejismo, una vez que éste ya no está ahí...
Es soñar con el espejismo, en lugar de soñar en el espejismo.
Es morir, pero sin muerte.
Es ver que nunca se estuvo ahí donde uno creía estar.
Es la disolución de un sueño, la disolución... de un sueño...
Como un castillo de arena que queda disuelto por las olas del mar.
Algunos sueños son más confusos, otros son más claros, unos más complejos, otros más simples, pero siguen siendo sueños...
De hecho, si tú sabes que estás soñando, eso también es un sueño.

Nadie está en ninguna parte, nadie va a ninguna parte, pero eso no significa que la composición no sea REAL.
La música suena, eso es indiscutible, pero las formas que proceden de esos sonidos son solo imaginaciones, son solo sueños, y el soñador... ¡ah, el soñador...!
Éste también es solo un sueño.
Es la música que suena
y suena
y suena
eternamente.

domingo, 27 de enero de 2013

El Océano de la Vida

Todas las criaturas del cosmos se encuentran inmersas en un eterno viaje por un océano desierto, lleno de espejismos y reflejos producidos por su propia luz, luz de la cual sus aguas están hechas... Cuán hermoso es descubrir que, en realidad, no hay, nunca hubo, ni un solo pasajero, pues ni tan siquiera hay un solo barco... y el único viaje es, en verdad, el sempiterno oleaje invisible.